MADRES E HIJAS (1ª parte)
Cuando la miro viajo a mi pasado, ese tiempo de maquillaje barato y espeso para tapar espinillas, de aquellos vaqueros gastados que eran como una segunda piel y tanto me gustaban.
Siento la energía de la vida, esa maravillosa sensación de estar en la casilla de salida y sentir el vértigo a lo desconocido, a lo que deparará el resto del casillero, pero ¡qué más da!, sea bueno o malo, valdrá la pena hacer el recorrido.
Cerrar los ojos y sentir ese estrangulamiento en el estómago al recordar el roce de aquellos labios masculinos que te hacían viajar a otra galaxia, como poco. Aquella sensación inexplorada del primer amor y el terremoto del primer fracaso, todo se movía bajo los pies, pero por arte de magia y sin darme cuenta el corazón ya palpitaba por otra causa que más pronto que tarde, tendría su efecto…
Dejo de mirarla y sonrío, sin duda, nostalgia de otros tiempos…
Glosagon
Glosagon
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