MADRES E HIJAS (2ª parte)
Cuando la miro pienso que quizás sea el reflejo de mí en el futuro, una mujer serena y segura de sí misma, pero eso, como dice ella, solo los años concede.
Una mujer optimista, fuerte, leal, de palabra…, no tengo su temperamento, que le juega a veces, malas pasadas. Recibiré la vida de cara, afrontando problemas y gozando momentos, como me ha enseñado.
Intentaré vivir sin ese “freno imaginario” del cual me ha hablado tantas veces, que en algunos momentos de su vida, le impidió hacer aquello que, bien por el momento, bien por la edad, “tocaba”.
Creeré fervientemente en que la meta a conseguir es ser feliz o por lo menos intentarlo, y esa meta creo que ella la ha conseguido, solo hay que mirarla y ver como disfruta de todo en cada momento.
Dejo de mirarla y sonrío, sin duda, especulaciones de tiempos futuros.
Glosagon
Glosagon
Nos alegramos mucho. Tus escritos son claros y precisos. Nos gustan. Besos y abrazos de los dos.
ResponderEliminarche, qué lindooooo
ResponderEliminarTienes un blog muy bonito, cálido, con una escritura muy fluida, muy polifacética. Gracias por permitirme conocerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
p.d. por aquí ando, para que no te asustes si escuchas pasos por tu casa. Es que soy yo. ok?