Desde niño solo creía en sus propias mentiras, en el fondo era débil e inmaduro, se cerraba a cal y canto protegiendo su imperio interior, atrapado en su inmediatez y entre sus redes emocionales que transitaban entre la ira, el orgullo y el resentimiento.
No era capaz de conectar con los demás, incluso los asustaba para que su territorio quedara marcado, escondiendo así su vulnerabilidad e ignorancia.
Su ego era rígido y colosal y su miedo compulsivo a la aniquilación de su influencia sobre los demás era pura debilidad disfrazada de fuerza.
- ¡Todos estos palurdos ni se imaginan lo agotador que es ejercer de líder todo el tiempo!- se repetía como un mantra.
Unos golpes en la puerta le sacaron de su reflexión prepotente.
–Pasa- le ordenó.
Entró y se sentó frente a él. Solo separados por el ancho de su mesa, sin mirarla y sin contemplaciones le escupió – ¡estás despedida!-.
Ella le miró sonriente, se levantó y rodeando el abismo que les separaba le tomó su cara entre las manos y lo besó.
Antes de que pudiera reaccionar le dijo,- ahora podrás dejar de estrangular lo que sientes. ¡date permiso para tratarte bien!
Cerró la puerta tras de sí y escuchó el estruendo del derrumbe.
Glosagon.
Así así es como se construye. Bss.
ResponderEliminarExtrañas reacciones las que produce la libertad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué extraña situación. Pero no sé, desborda una ternura particular. Un abrazo.
ResponderEliminarLo dejó completamente desarmado.
ResponderEliminarSalu2 arma2.
Vaya sorpresa, no me extraña que se oyera el derrumbe, creo que le hizo reaccionar y se le cayó todo el muro que le rodeaba.
ResponderEliminarMuy bueno y sorprendente tu relato, me ha encantado.
Un abrazo.
Muy bueno, Gloria! Me hiciste recordar una canción que decía: "Voy a derribar tu teatro" y así con un gesto desmoronó el atalaya donde él creía sentirse "seguro"
ResponderEliminarSorpresas que te da la vida, no?
Me encantó! Besos porteños, amiga!
Buenísimo... me encantó!
ResponderEliminarY la foto, es espectacular!
Eso fue un verdadero derrumbe para que por fin entrara la luz en ese oscuro mundo interior.- Besicos.
ResponderEliminarUn acto de amor a los demás destruyó su careta.
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ResponderEliminarEl estruendo debió ser grande, tiene que ser duro esconderse tras un muro de gelatina, en algún momento....cae.
Besos, Gloria.
Dejas reflexionando sobre quién fue la voz, si una mujer, la vida, la muerte, su conciencia que al fin despertó, o soledad???
ResponderEliminarEs magnífico, Gloria.
Muchos besos.
Detrás de la debilidad y la inmadurez se impone casi siempre una coraza. Pero el amor abre todas las puertas y, como en tu magnífico relato, sino puede abrirlas las derrumba.
ResponderEliminarUn beso bien repleto de gofio, de fuerza, Gloria.
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EliminarQuizás era la primera vez en su vida que alguien le acariciaba y le besaba con ternura.
ResponderEliminarMuy bueno, Gloria.
Un abrazo.
Son muchas las veces que a nosotros mismos nos decimos cosas así, pero no nos hacemos caso; hasta que alguien con un gesto del todo sorprendente, cargado de la simpleza de los significados más contundentes, nos da en la cara y agachamos las orejas, y si somos inteligentes nos pondremos manos a la obra para construir otra torre, pero no de marfil: muy buen ejemplo. Me ha encantado.
ResponderEliminarSalud.
Muy bueno,besazos
ResponderEliminarPotente arma, la de un imaginario beso para desarmar y vencer a un líder prepotente.
ResponderEliminarUn abrazo.
El poder de un beso y modos dulces consiguen desmoronar fachadas de titanio.
ResponderEliminarBella metáfora, Gloria.
Un abrazo.
Supo sacar su debilidad con ternura.
ResponderEliminarmuy buen relato, lleno de sensaciones y sentimientos.
Besos Gloria
Una gran manera de romper el complejo de superioridad, que tiene los pobres de espíritu. Me ha parecido genial el relato, siempre consigues dejarme un rato pensando. Saltos y brincos
ResponderEliminarEl estruendo del derrumbe de su imperio interior. Recibió la lección que merecía.
ResponderEliminarBesos .9
Un solo gesto de amor y de ternura echó abajo los muros que detenían sus verdaderos sentimientos. ¡Me encantó !!
ResponderEliminarUn puñado de besos de luz.
¡LINDI DIA !! :)
Es un justo castigo a alguien que se cree dueño único de la verdad y la razón.
ResponderEliminarNo sé si un beso puede cambiar el mundo, pero sí la vida, aunque sea la de un cretino. Besos, siempre besos, que no nos falten.
ResponderEliminarEs un castigo merecido...
ResponderEliminaryo me identifico con él en los primeros pasos de su historia aunque sin violencia ni mala baba. Yo protegía mi imperio por temor al qué...dirán.
ResponderEliminarUn abrazo encantador.
Ojala siempre sirvieran los besos y las ternuras.
ResponderEliminarHay muros infranqueables.
Un abrazo.
Extraordinario! Y no se por que me llega en un momento en que me siento muy identificada con esta historia. Gracias y saludos afectuosos
ResponderEliminarSi es que tenía que pasarle, no hay duro que no sea frágil ni fiera que no esconda un cordero...
ResponderEliminarBuen beso, de esos que rompen, de esos que lo sacan todo de ti.
Besos salados...
En el fondo son seres desgraciados,sus miedos y sus complejos no les dejan vivir.Ella le dio una gran lección.
ResponderEliminarBuen relato Gloria.
Un abrazo.
Hola, Gloria.
ResponderEliminarTodos los duros y por muy duros que se consideren llevan un corderín dentro.
Me ha gustado muchísimo tu cuento.
Besos.
Qué buena manera de derribar una muralla de prepotencia: la gran fortaleza cayó ante la fuerza incontestable de un beso... Fantástico.
ResponderEliminarBesos.
Basta un beso, y abajo la prepotencia. Muy buen retrato de la naturaleza humana. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarUn beso y una flor, como cantaba Nino.
ResponderEliminarSaludos!
J.
Gloria:
ResponderEliminarEs un relato muy bueno.
¡Cuántos personajes son una impostura a punto de caer!
Se les nota...
Me gustó, te felicito.
Un gran abrazo.
El derrumbe de un coloso. Muy buen relato.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Cada persona posee
ResponderEliminarsus necesidades e instintos,
un saludo
Gloria, me imagino el derrumbe como si se cayera cada parte de lo que él construyó a punta de su hermetismo.
ResponderEliminarAbrazos.
Cada persona es un mundo...
ResponderEliminarPor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Hay mucho de nosotros mismos en este microrelato. Gracias por pasar por mi blog. Saludos.
ResponderEliminarDicen que el amor todo lo puede.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Gloria.
ResponderEliminarTorres más altas han caído…
Buen micro. Visual cien por cien.
Besos.
Ojalá muchísima gente se diera cuenta del derrumbre mucho antes...pero me parece que la humanidad no aprende si no muere por dentro. Me ha encantado.
ResponderEliminar¡Buen fin de semana!
Me ha gustado mucho. Lleva mucha fuerza esa despedida. Se cierra una puerta que seguramentete se abrirá con inmediatez...
ResponderEliminarUn beso.
Amigas y amigos del mundo bloguero, tengo el ofrecimiento de parte de una empresa de publicidad para auspiciar mi blog. No estoy seguro de querer hacerlo. Sin embargo, para eso, debo conseguir mil seguidores. Por ahora, he decidido llegar a esos mil seguidores y quisiera contar con ayuda bloguera de ustedes, que se apunten en mi blog como tales. Dado este paso, decidiré si le doy espacio o no a la publicidad (¿qué les parece?). A quienes decidan ayudarme y apuntarse de seguidores o seguidoras en mi blog, de antemano… ¡MUCHAS GRACIAS!
ResponderEliminarMe gusta esa mirada sonriente... ¿Qué encierra?...
ResponderEliminarUn beso.
Es verdad, a veces somos nosotros los que peor nos tratamos y eso produce mucha insatisfacción. Un abrazo
ResponderEliminarMe ha llamado la atención el título ,Derrumbe.
ResponderEliminarLamentablemente hay muchas personas así.
Saludos y encantada