Aquella herencia materna lo acogotaba ante cualquier designio evidente que ponía de manifiesto su fanatismo.
Comenzó la sesión convencido que algo malo descubriría, lo miró fijamente hasta quedar hipnotizado y comenzó a hacerle las preguntas.
Ignoro lo que le contestó pero lo cierto es que…
El estallido le devolvió el reflejo de su imagen dividida en dos como una hostia a punto de ser devorada por la boca de la fe y tembló al ver su demonio hospedado en aquel espejo roto.
Glosagon.
UAU!
ResponderEliminarIMPRESIONANTE
BESOS
Gloria, tremendo ese punto en que cada cuál quiere ignorar el lado más obscuro de su existencia.
ResponderEliminarMe ha fascinado la soltura y la intensidad que logras en esta entrada.
Besos, mi niña, y feliz semana
Hay muchos reflejos de nuestra imagen que no nos gusta ver. Tú lo plasmas estupendamente, Gloria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSeguramente yo seré esa hostia...
ResponderEliminarEncantador. besosss
Es que la superstición y el fanatismo nunca fueron buenos.
ResponderEliminarUn beso!!
¡¡¡¡¡Agggghhh, y yo con estos pelos!!!!! y mi gato negro paseándose entre mis piernas al pasar bajo la escalera que uso para mantener abierto el paraguas dentro de casa.
ResponderEliminarEl trece me encanta,porque ha marcado mi vida laboral siempre he llevado el trece en mi numero personal,y he sido bastante bien tratadoen él.
ResponderEliminarPero nunca lo busco para juegos y loterias.
Saludos
No creo en las supersticiones pero esta algo ligado con las creencias de cada uno
ResponderEliminarun beso enorme
Carmen
A veces se dan justo para creer....
ResponderEliminarCuanto menos crees en esas cosas menos suceden.
Abrazos cálidos.
No creo en las supersticiones ni supercherías, pero me ha costado entrar en tu blog, me aparece un aviso de que es peligroso y que puede contener virus.
ResponderEliminarEsto del virus me ha salido a mí intentando entrar en otros...
ResponderEliminarNo soy supersticiosa. Me encanta el 13.
Veo mi lado malo aún sin reflejarme en un espejo, a eso lo llamo ser sincero, aunque la cara que más me gusta es la que brilla, no puedo cerrar los ojos a la verdad.
Es cuestión de creencias.
Se venden muchas pulseras de la suerte, ojos turcos, figas...la fe mueve montañas...
Un beso
Intenso.
ResponderEliminarLa cara oculta de la luna que tanto miedo da.
Un besote, Gloria!!!
Las suoerticiones y los fanatismos, nos condicionan y no son buenos. <muy bien relatado.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Perfectamente logrado!!! Porque aún sin creer en las supersticiones lograste que me involucrara con la historia. Muy bueno, Gloria!
ResponderEliminarUn beso para tí!!!
¡Ay Gloria !! ¡IMPRESIONANTE !! Ni en broma quiero tener que ver con esas supersticiones. Mi tierra guarda muchas de esas cosas "raras"
ResponderEliminarTe dejo un rosario por las dudas...
Besos de luz.
Que esta semana se presente benigna y colmada de oprtunidades.
ResponderEliminarEs mi deseo hacia ti y seres queridos.
Cariños
Frase de la semana:
No esperes el final de tu vida para arrepentirte. No esperes el mañana para soñar, y por ningún motivo dejes de decirle a una persona que la quieres!
( desconozco el autor)
No soy superticiosa pero aunque lo fuese no me dejaría hipnotizar por nada del mundo.
ResponderEliminarBuen relato.
Un saludo
Un micro profundamente perturbador, Gloria.
ResponderEliminarGran trabajo.
Un abrazo.
ResponderEliminarNunca he sido muy supersticiosa, sólo digoi de vez en cuando...."eso trae mala suerte", jajaja.
Mi abuela sí lo era, un día dejé caer un espejo y al escuchar el estallido, vino corriendo a decirme que por mi culpa pasaría alguna desgracia. Esa noche se mató su hijo en un accidente de coche.
Confieso que durante algún tiempo tuve un pequeño trauma.
Besotes.
Interesante esta entrada, Gloria … me gusta explorar qué se esconde detrás del subconsciente…pues a veces nosotros mismos no sabemos a qué demonios albergamos…somos la dualidad entre el bien y el mal. No creo en supersticiones y creo que nunca me podrán hipnotizar aunque me gustaría intentarlo. Interesantes temas…volveré y gracias por tu comentario.
ResponderEliminarAbrazos.
a veces tenemos ese lado oscuro que no queremos ver.... aromper los espejos jejejeje.
ResponderEliminarImpactante entrada, muy bonita , Gloria, besos.
ResponderEliminarLo malo de cuando se rompe es que quedas reflejado en mil sitios a la vez. Muchas perspectivas, demasiadas... En cuanto a la suerte o no, queda según cada uno.
ResponderEliminarBesos desde la tierra de los majos...
¿Cuántos yoes caben en el yo? Una vez soñé que esos pequeños yoes eran contingentes pero orbitaban alrededor de un eje central ajeno a la muerte. Tu post hace pensar en ello.
ResponderEliminarPor cierto, de viaje de novios fuimos al paraíso, a las Canarias. Una tierra que nos hechizó por completo y de la que guardamos gratos recuerdos y alguna amistad.
Un placer seguirte y leerte.
Un beso
De verdad, Gloria, que me has hecho sentir escalofríos. Y eso que no soy fácilmente impresionable. La fatalidad del primer párrafo... intriga. El espejo partido en cachos... advierte. Y ese demonio, el reflejo de su imagen... desgarradora.
ResponderEliminarMe alegra conocerte, Gloria. Nos leemos, un beso
Influidos por los demás y por las creencias, somos lo que quizá no queremos ser, y no siempre exteriorizamos cómo somos de verdad. La doble moral, de gustar, de ser maravillosos a la vista del mundo. De sobra conocemos nuestros lado malo, solo que es mejor obviarlo. Hasta que una situación determinada nos alerta y sacamos ese "demonio" que tenemos todos dentro. Entonces es el momento de hacer un autoconocimiento. Un abrazo
ResponderEliminarUfff, me dio miedo, está muy bien conseguido...
ResponderEliminarUn beso Gloria, que tengas un buen fin de semana
Amiga Gloria. Me he dado un garbeo por tu blog, donde realmente brotan las palabras como la vida misma. Me ha gustado el color y el diseño de tu portal, el regalo, y la idea que me das de que eres una ecologista irremediable.
ResponderEliminarYo también lo soy.
Un abrazo, y nos seguimos leyendo....
Casi me alcanza uno de esos trozos de espejo.
ResponderEliminarTremendo.
uf que intenso!
ResponderEliminarla fuerza de la mente..!
buen fin de semana
gracias por el trocito de primavera :)
No pasa nada ante un espejo roto, pasar debajo de una escalera o que se atraviese un gato negro, mientras no lo creas no pasa nada.
ResponderEliminarsaludos.
Muy bueno.
ResponderEliminarNunca se sabe...
Un abrazo y excelente fin de semana.
También creo que depende de la actitud que tomemos, si lo vemos como presagio de algo malo o como mero accidente.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias por tu visita a La Bitácora y te doy la bienvenida :)
ResponderEliminarLas supersticiones no son buenas compañeras de viaje, en mi opinicón, porque en la mayoría de las veces tienen tintes más que tenebrosos...
Bss.
Uy qué miedo,
ResponderEliminarcon pocas palabras
me sumerges en una situación
espeluznante,
es admirable,
un saludo
A veces pasan cosas para que uno crea en ellas, aunque la verdad, no soy muy supersticioso
ResponderEliminarun besote
Gloria, eso pasa. Nosotros mismos somos nuestro negativo, nuestros temores a enfrentar. Mirarnos ante el espejo es reconocernos como el mayor enemigo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Mirarse al espejo es algo mucho más complicado y valiente de lo que pensamos.
ResponderEliminarBesos
Alguien más se ha asustado al ver el hombre con la cámara en el espejo? es que creí que no había nadie... jaja
ResponderEliminarBesos mentales.