Su mirada perdida hacía pensar a todos en el dolor que
aquella mujer debía estar soportando.
A pesar de la
diferencia de edad que los separaba formaban una pareja de esas a los que todos
creían perfectas, muchos les envidiaban, otros incluso les solicitaban su antídoto
para que aquella enfermedad llamada matrimonio no sufriera ni un resfriado.
El hábito había
desechado las palabras y nadie escuchaba los silencios chillones, ni soportaban
aquellas noches donde él hacía uso de su cuerpo, de manera tan fugaz, que no le
importaba la calentura acumulada y retenida en su interior y al que solo sus propias manos
lograban mitigar.
Al verlo allí tieso
y con los labios bien pegados se le escapó un agudo sollozo, todos acudieron a confortarla
pero aquella alegría contenida era difícil de aquietar.
Glosagon.
La vida y el amor...Y el final...
ResponderEliminarBrevedad e intensidad en tus palabras, toda una historia en poco espacio, me ha gustado Gloria.
Abrazos
¡Ostras, se liberó!
ResponderEliminarLas apariencias engañan. Lo has contado muy bien.
Beso
¡Una historia contundente!
ResponderEliminarUn beso, Gloria.
HD
una historia muy romantica, me encanto!! feliz finde
ResponderEliminarNo todo lo que reluce es oro, de cara a la galería exponemos nuestras mejores sonrisas. Me gustó mucho tu post.
ResponderEliminarBesitosmil.
Un relato muy real, muy duro. me gustó
ResponderEliminarNos seguimos leyendo
Un abrazo
Ah! mi niña, como bien dijiste, sí se parecen nuestras historias. Imagino que habrá muchísimas y que creemos tan felices, ¿verdad?
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Gloria.
Un relato ácido, con esa pirueta final algo inesperada (y gamberra) que tanto me ha gustado.
ResponderEliminarUn placer conocerte, Gloria.
Un beso.
Muy bueno, buen giro para el final.
ResponderEliminarUn beso
Un relato que narra la vida corriente, pero el final es sorprendente. Saltibrincos
ResponderEliminarGiros de la realidad...
ResponderEliminarBesos
El matrimonio es una enfermedad que se cura al enviudar.
ResponderEliminarEn vez del pésame habría que felicitar a esa pobre viuda, por superar la enfermedad.jjjjjjjjjjj
!Hola,Gloria!
ResponderEliminarMe has sacado una sonrisa.Me he imaginado a todos compungidos dándole ánimos a la viuda y ella como unas castañuelas llena de alegría por quitarse a un muerto de encima,por dos veces .Es buenísimo,me ha gustado mucho.Muchos besitos.Feliz domingo de resurrección.
Sin más... ¡descansó!...
ResponderEliminarBesos de sal y alegría
Me dejaste con un nudo en la garganta con la línea final. ¡Bien por ella!
ResponderEliminarComo de costumbre, estupendo post
ResponderEliminarEl matrimonio como enfermedad, como parte del habito, como necesidad, luego de mucho tiempo, de tener a otra persona cerca. La alegría final podrá durar Gloria, la alegría de la viuda, o caerá en la otra patología del matrimonio, no poder estar en soledad luego de tanto sufrir y vivir con otro. Volví después de un tiempo haciendo trabajos para la Universidad.
ResponderEliminarAbrazos.
UN texto que podría ser cotidiano: el muerto no s como lo pintan. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarEl se fue al cielo y ella quedó en la gloria. Una realidad mucho más frecuente de lo que pensamos, a pesar de que hace años se instauró el divorcio en este país.
ResponderEliminarBesos y feliz semana!
Un mal bastante común, Gloria, las apariencias, nadie sabe a veces el por qué, solo sus protagonistas podrian develar ese misterio. Un alivio sin dudas para esta mujer, un abrazo y Muy Felices Pascuas!
ResponderEliminarNo es oro todo lo que reluce. Mágnífico relato Gloria, contundente y sin aditivos.
ResponderEliminarBesos
Disfrutar es lo importante.... aún con fallecidos
ResponderEliminarUn escrito muy bueno, me recordaste Cinco horas con Mario de Delibes. La vida no siempre es la que mostramos está llena de errores y torpezas, de pequeños goces e incomprensiones.
ResponderEliminarSaludos afectuosos
Lo del cristal con que se mire, je je.
ResponderEliminarBuen relato Gloria.
Saludos.
Siempre hay una cara oculta.
ResponderEliminarSalu2.
Lo real no lo sabe nadie más que los mismos que están sufriendo o gozando...
ResponderEliminarUn beso!
Esas máscaras que muchos se calzan y andan por la vida manteniendo una fachada tan sin sentido... Tengo muchos defectos, pero nunca podría estar soportando semejante castigo. Muy bueno, Gloria. Besos porteños.
ResponderEliminarLo mejor alegría es la que nos lleva a la liberación.
ResponderEliminarSi es que al final no era todo tan perfecto... Biquiños!
ResponderEliminarAmbos descansaron por fin. Quizá más ella que él… Inesperado. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn besito
La liberación tan largamente deseada...
ResponderEliminarSaludos
disfruto tus textos ya que me quedo imaginando el resto
ResponderEliminarmil besos
La muerte también alegra.
ResponderEliminarBesos
Seguramente la alegría salio con un largo suspiro de liberación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las historias que no se escriben, quedan en silencio...
ResponderEliminarIncreible tu relato!
Un abrazo.
Buenos días Gloria... Es impresionante el giro que le has dado al final de tu relato... Me ha gustado muchísimo esa definición que haces y que lo dice todo... "LOS SILENCIOS CHILLONES"
ResponderEliminarSaludos desde el otro lado de los vientos Aliseos....
Vaya con la viuda...
ResponderEliminarBueno, que lo disfrute.
Muy bueno, Gloria, la sorpresa final ha sido un cañonazo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me da que esta es la gozosa realidad de muchas viudas.
ResponderEliminarMuy buen relato, Gloria.
Feliz sueño, un abrazo.
Siempre habrá entrometidos... ¿Por qué es tan difícil aceptar que algún otro puede ser feliz en lugar de serlo nosotros mismos?
ResponderEliminarSaludos
J.
Verdade é o amor que se eterniza.
ResponderEliminarIdeal é o amor que se revela.
Fé é o amor que se transcende.
Esperança é o amor que se consola.
Caridade é o amor que se auxilia.
Fraternidade é o amor que se expande.
Sacrifício é o amor que se esforça.
Simpatia é o amor que sorri.
Trabalho é o amor que constrói.
Que Deus abençoe sua
semana carinhosamente..
Evanir.
A verdade é que muitos vê a felicidade alheia a inveja mata!!
Un breve relato, con todo lo que debe tener y ese final que no se espera y sorprende con su crudeza. Genial! No hay que dejarnos llevar...
ResponderEliminarTe seguí el caminito de miguitas desde mi blog, y, si no hay problema, ya me acomodo por aquí para volver siempre.
Realmente, un placer conocer tus letras.
Saludos peruanos.
Con justa razón es una "viuda alegre". Saludos.
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